No son las culpables (20 MINUTOS, 2/4/2004)

Iniciado por hundalasiliah, 06 Abril 2004, 17:32:31

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hundalasiliah

No son las culpables

Hacen falta 5.000 descargas de una canción para que se venda un disco menos. Y, como era de esperar, las ventas de cada canción están directamente correlacionadas con el número de internautas que la descargan de redes de intercambio de ficheros entre colegas (P2P). A mayor popularidad en el P2P, mayores ventas.

Las cifras provienen de un estudio realizado por economistas de la Universidad de North Carolina, sobre una importante muestra (el 0,01% de todas las descarga efectuadas) y analiza el comportamiento de los usuarios P2P estadounidenses.

En resumen, que el P2P no perjudica a la industria fonográfica. Dice la ciencia. Si las ventas están cayendo no es debido al P2P. Para mayor abundamiento resulta que la industria fonográfica australiana vendió un 8% más CDs en 2003 que el año anterior. Lo que sí se redujo (a un crecimiento de 'sólo' el 5%) fueron los ingresos, a medida que la industria rebaja sus precios.

Para celebrar estos descubrimientos, la industria fonográfica ha lanzado una nueva andanada de demandas judiciales en los EE UU (532, la mayoría contra estudiantes para que las universidades bloqueen el P2P), ha amenazado con hacerlo en el Reino Unido y ha iniciado procedimientos en Alemania, Italia, Dinamarca y Canadá (247 pleitos), y se prepara para lanzar todavía más fuera de los EE UU en los próximos meses.

Hay que recordar que según los estudios publicados las personas que intercambian música en las redes P2P están entre los principales consumidores de CD. O sea, que la industria fonográfica está llevando a los tribunales a sus mejores clientes para detener una actividad que no se puede demostrar esté provocándole un perjuicio.

La estupidez se define clásicamente como 'hacer daño a otros sin obtener ningún beneficio a cambio; obteniendo incluso daño propio'.

Criminalizar a las redes | Pero no queda ahí la cosa. Un senador estadounidense acaba de presentar un proyecto de ley que criminaliza a las redes P2P. Lo cual no sólo aumentaría la penalización (ahora limitadas a daños económicos) incluso hasta las penas de cárcel, sino que abriría la puerta a que la policía se dedicase a investigar la identidad de los usuarios P2P.

Ahora es la propia industria la que debe hacerlo por un complejo y oneroso procedimiento legal. Como si en estos tiempos de terrorismo mundial la policía no tuviese mejor cosa que hacer que espiar a chavales amantes de la música.
¿No se está sacando el tema de quicio? ¿No hay forma de hacerle saber a las fonográficas que deben explorar otras vías que no sean la represión y la demanda judicial para darle la vuelta a su negocio? ¿Reaccionarán los músicos, como ya han hecho Prince y George Michael, antes de que las fonográficas expulsen a sus fans a base de denuncias? ¿Puede sobrevivir una industria que se enemista con quien fabrica su producto y con quien lo compra, a base de leyes superrestrictivas y tribunales draconianos?