Historias con Álbum

Iniciado por DMSR, 20 Noviembre 2003, 18:46:23

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

DMSR

PURPLE RAIN (V.O. subtitulada)

Dedico este extenso relato a quien se tome la molestia de leerlo entero; a Tototote y Mari Jose, Bigjim99, SWEEZ! y Mike T. (estés donde estés  ;)); también a todo aquel que, con música de Prince de fondo, se haya enamorado alguna vez de una chica, de un chico, o del mismo Cielo.

Lo que sigue es una carta escrita a mi amiga XX el lunes 20 de marzo de 1995, al día siguiente del fin de semana que da vida al texto. Los "protagonistas" volvemos a ser "A." y yo (DMSR  ;D). Lo que me ocurrió supuso para mí un viaje en el tiempo. Hoy vuelvo a viajar... si lo lees, espero que te guste.


"Playa...
Playa... palas.
Playa... palas... bikini.
Playa... palas... bikini... colores.
Playa... palas... bikini... colores... sin gafas.
Playa... palas... bikini... colores... sin gafas... DMSR, me llamo DMSR, ¿y tú?"


Estas fueron las primeras palabras, así es como conocí a "A." hace ya casi siete años, a finales del octavo mes de 1988. La vida da muchas vueltas, y el destino, estamos hartos de comprobarlo, a veces te juega extrañas partidas.

Desde que soy un crío estoy platónicamente enamorado (es un decir) de la que es mi peluquera desde... joder, ¡desde agosto del 88! En realidad el pelo me lo corta casi siempre su hermana, que no tiene el mismo encanto. La peluquera que a mí me gusta cumple todos mis 'requisitos' físicos, y me desvía los ojos desde hace tanto tiempo que, quién sabe, quizá sea la mujer que introdujo en mi cerebro mi tan admirado arquetipo de "chica ideal": morena, bajita, muy guapa y con unos grandes ojos oscuros que te lo dicen todo con una mirada por fugaz que ésta sea.

Es una peluquería de señoronas, donde un montón de pedorras hacen cola a diario antes de que abran a las 9 porque es la única forma de conseguir cita. Yo vivo al lado, así que cuando me quiero cortar el pelo bajo a menos veinte con los walk-man, me coloco el primero mientras veo llegar a las pedorras, y consigo la hora que mejor me cuadre en mis horarios. El viernes pasado todo me encajaba bien a las dos del mediodía, tras mi último cliente de la mañana. Se me echó el tiempo encima, y con las prisas y unas cosas y otras, me presenté en la peluquería sin dinero. Nada más llegar, mientras me quitaba la chaqueta, me di cuenta: "Hostia, me he venido sin pasta", le dije a la hermana de mi peluquera favorita. "Tranquilo, tranquilo, ya vendrás en otro momento", me contestó con una voz -en esto coinciden ambas- que derretiría al hombre más pétreo.

Bajé con el dinero después de comer, camino de la consulta. Me atendió Itziar, mi peluquera favorita, recién maquillada, guapa, radiante, como siempre ante mis ojos. Ya nos estábamos despidiendo cuando me preguntó:

       -"¿Vas a ir a la fiesta?"
       -"Mmh... ¿qué fiesta?", respondí yo sin tener ni idea de lo que me hablaba.
       -"La de esta noche. Parece que va a estar muy bien. Aquí está todo el mundo llamándome para ver si voy a ir."
       -"¿Qué tipo de fiesta es?", interrogué.
       -"Pues funky-funky. Javi Pez, "Parafunk", estrena disco esta noche..."

Hablamos un poco más, me dio una tarjeta de presentación de la fiesta, le pregunté si ella iba (viva el peligro) pero me dijo que no podía. Le agradecí toda la información y me marché.

Calculo que sería octubre de 1988 cuando proyectaron "Purple Rain (V.O. subtitulada)" en un cine donostiarra con motivo de un ciclo de películas musicales. Algo latía en mi pecho respecto a ese músico que algunas semanas atrás me había dejado perplejo con su concierto televisado desde Dortmund, ese showman que me había nublado la vista dos años antes con el concierto de Detroit emitido en la TV francesa. Aquel día del 88 nos juntamos toda la cuadrilla para ir a ver "Purple Rain". Recuerdo haber llamado a "A." pero no pudo ir. Entre mis amigos Prince era un músico respetado, se imponía la opinión de Patxi a la que dábamos mucho valor.

Una experiencia muy interesante ver "Purple Rain" por primera vez en pantalla grande. Recuerdo que me quedé boquiabierto, Prince me impactó como ya lo había hecho en las ocasiones anteriores, sin duda fue una nueva pequeña/gran pieza que se añadió a las otras para ir formando el enorme castillo en que posteriormente se convirtió mi "princemanía". Tras todo aquello, yo introduje a "A." en la espiral de admirar a ese personaje y "A." me introdujo en la espiral de escuchar los sonidos que ese mismo personaje había juntado en forma de canciones. Nosotros nos enamoramos; también nos enamoramos de la música de Prince. Luego nos desenamoramos, y ella, incluso, se desenamoró de Prince. C'est la vie, mon amie.


El pasado viernes, 17 de marzo, con mi pelo "cepillo" de nuevo a lo Carl Lewis'85, me llamó al trabajo mi amiga Carmen con lo que ella creyó una noticia importante:

       -"¿Has visto en el periódico qué película echan esta noche?"
       -"Pues no, hoy no he leído el periódico..."
       -"¡Purple Rain! Del músico ese que te gusta... te he llamado por si te interesaba..."

Hablamos dos minutos, gracias y adiós. A la hora de la emisión yo iba a estar en el party así que el vídeo tuvo que cumplir su misión. La verdad es que las ganas de no ir a la fiesta se me multiplicaron cuando, al salir del trabajo a la tarde, hice doce kilómetros corriendo a buen ritmo. Pero me animé, y a pesar del cansancio y de la emisión de "Purple Rain" decidí ir, pues llevaba varias semanas bastante enclaustrado en casa, entregado a trabajar y entrenar.

El party se celebraba en una vieja casona con apariencia de ser la mansión de alguna viuda millonaria. Pero no. Desde fuera era muy sorprendente imaginarse una fiesta funky en aquel palacete, pero una vez dentro todo cambió...

La fiesta estaba muy bien montada: luces, diapositivas, buena música (mejorable pero buena), la barra bien surtida, las distintas salas decoradas... todo muy bien. Mano a mano con un colega, al poco de llegar me encontré, por primera vez en varios años, con "A.". Empezamos a hablar. Ella estaba despendolada, se estaba corriendo una buena farra. Había tenido una lesión esquiando, se acababa de comprar un piso, se había ganado la plaza de su trabajo para siempre... no parecía irle mal. Según me contó, aprovechando la baja por su accidente, llevaba saliendo a diario desde hacía dos semanas, una vida de locura. Con unas cuantas copas de más, ella estaba con un par de amigos, aunque coincidimos varias veces a lo largo de la noche. Avanzada la fiesta dejé de verla un rato bastante largo y llegué a pensar que se habría ido.

Haciendo yo cola para eliminar cervecitas, "A." reapareció no sé de donde y vino a despedirse. Me agarró de la cintura, de los hombros, empezó a hablarme de muy cerca y a preguntarme por mis cosas. Yo le pregunté por las suyas previendo el posible peligro que se me avecinaba. Agarrado y contra la pared, fui a despedirla con un par de besos que ella esquivó y cariñosamente me los plantó en los labios, mientras seguía preguntándome cosas y seguía besándome en la boca. Conseguí que aquello no pasara 'a mayores' y, finalmente, quedamos en vernos la tarde del domingo. La tarde de ayer domingo.

Quedamos ayer a las ocho, y fue una tarde-noche muy curiosa. Fue un encuentro directo con el pasado en un formato de presente. Se mezclaban recuerdos lejanos con las historias no comunes. Hablábamos de trabajo, de nuestros hermanos, de nuestros amigos. Hablábamos de música, de Prince, de mis líos de faldas, de sus líos de pantalones. Hablábamos de todas nuestras movidas de los últimos cinco años; era alucinante, era algo totalmente inesperado. Había en nosotros una esencia idéntica a la de cuando salíamos juntos pero estaba todo muy evolucionado, no sé cómo explicarlo, era lo mismo pero no era igual, como si O(+> hiciera hoy una versión de "I Feel 4U".

Terminamos en su casa, en la que aún comparte con unos amigos, y vi por primera vez al que ha sido su novio durante los últimos cinco años; es curioso, su rostro cobró vida para mí cuando ya han dejado de ser pareja. Él se fue y ni siquiera se despidieron con un beso. Revolviendo discos y más discos, improvisamos una cena y seguimos charlando hasta las tantas de la madrugada, junto a una de las chicas del piso a la que yo conocía de aquellos tiempos pasados.

Ya ves, XX, algo púrpura se mezcló con las nubes de la madrugada del viernes al sábado, y gran parte de mi pasado se me puso ante los ojos. Anteayer, el sábado a la tarde, volví a ver, siete años después, "Purple Rain" en versión original con subtítulos en español. Y la experiencia fue tremenda, quizá arrastrado por mi encuentro con "A." de la noche anterior y mi cita pendiente para el domingo. Esa película, ya lo sabes, siempre me conmueve. Me lleva de la risa a la congoja, de la carcajada a la seriedad más íntima con una facilidad que no soy capaz de controlar. La había visto por última vez (en inglés) el día de Reyes, así que los subtítulos en español hicieron especialmente intensa esta nueva visualización.

La experiencia del domingo, la experiencia de ayer, también fue fuerte. Estar con "A.", contarnos todo lo que nos contamos, percibir nuestros cambios, nuestra evolución... En la despedida creo que ella volvió a intentar besarme en los labios, pero lo ladeé un poquillo, "A." es un templo de mi biografía que no me permito ni pensar en profanar.

Regreso al futuro, XX, el regreso al futuro del que te hablaba hace varios meses vio la luz este fin de semana. Todo surgió de olvidarme el dinero al ir a la peluquería de mi peluquera favorita. "A." ya no es la chica que jugaba a palas en la playa con un bikini de colores, pero es todo tan curioso... algo de lluvia púrpura ha mojado mis pasos, el destino ha vuelto a ser caprichoso conmigo.

DMSR'1995 (2003)  8)
Mi novela homenaje: "TRACK AND PRINCE"

tototote

Gom's Prince Guitar Picks Collection:www.gpgpc.com

Scandalous

COME
Race!

En un lugar de mi vida de cuya edad no quiero acordarme surgió ante mi la única experiencia multitudinaria que he vivido de Prince. No quiero recordar que año era pero Come estaba recién editado y yo vivía en la nube, o sea, que estaba en el instituto.

Mi profesora de Educación Física, la cual me ayudaba todos los días a seguir buceando en aquella nube, de nombre Salvia (que bonito), nos propuso algo poco gratificante para valorarnos en el examen final. La cosa iba de aeróbic y nos estuvo entrenando durante unos meses. Nos propuso formar grupos para interpretar un día nuestras propias coreografías. Ya sabéis que en las clases todos son amigos, pero a la hora de la verdad es cuando se forman las tribus. Ese momento no fue menos. Se formaron los típicos grupos a espaldas de todos y sin saber como, mis cuatro mejores amigas habían dejado de contar conmigo, y mis cuatro mejores amigos otro tanto de lo mismo. Al parecer no había entrado en el de unas porque querían hacer algo femenino y no había entrado en el de otros porque a pesar de cumplir todos sus bellos requisitos me faltaba el que se le suele atribuir al volumen de los bíceps.

Teníamos pues dos favoritos, el de mis amigas y el de mis fornidos amigos. Todo el mundo era consciente de que ellos eran los favoritos. ¿Qué cual fue mi grupo finalmente? Pues 7 descartados por todo el mundo. No voy a decir que fueran cojos, tullidos, malos en el aeróbic, pero casi. Menudo equipo que éramos. Mientras cada grupo ensayaba muy secretamente, nuestras tardes de ensayo eran como los recreos. Todo el mundo estaba desmotivado, en lugar de ensayar, hacían eliminatorias de ping-pong con otros amigos que no pintaban nada allí. Con raquetas y todo. Con semifinales y la gran final. Yo me esforzaba por hacer algo con tal de no resultar patético aquel día, así que con 4 pasos básicos conseguí conjuntar una bochornosa coreografía, rezando por no hacer el ridículo aquel día delante de mis amigos y de mi por entonces, maltratadota novia.

En el último ensayo decidí poner la música, y me llevé la cinta de Come. Como a todo el mundo le daba igual, ni tan siquiera conocían que aquello era Prince, y yo dudaba entre Race y Pheromone, finalmente me decanté por el primero, aunque realmente a mi, me hubiera gustado ponerles Acknowledge Me o Now que ya había visto en The Beautiful Experience de Canal +, solo que  la calidad sonora que obraba en mis manos era lamentable.

Chicos! Último ensayo, esta será la música!. Nos situamos, alguno con la raqueta en la mano todavía deseoso de acabar pronto para jugar su final. Y le dí al play. Mágia! Se movían como nunca, no me lo podía creer. Inmediatamente lo ví claro y eché a todo ajeno de aquel ensayo fuera del gimnasio. Ahora sí era nuestro ensayo más secreto. Empezaron a surgirme ideas que todo el mundo empezaba a aceptar. ¡Raquetas al suelo, vamos a sudar!. Modificamos toda la coreografía en solo media hora. Ahora era más complicada, pero todo salía perfecto. Estos chicos pasaron de tullidos a ser hombres chicle. Motivadísimos. Todo el mundo gritaba Race!

Llegó el día de la verdad. Empezaron las actuaciones, mis chicas fueron las segundas, muy bien todas. Nosotros éramos los penúltimos y los últimos eran mis fornidos amigos. Muy chulitos ellos. Llegó nuestro momento, The Revolution al escenario para interpretar a saber que. Me sentí como Prince al final de la película, al borde del precipicio, fiel a sus ideas dispuesto a precipitarse al vacío. También hubo ese momento de silencio. Dí la señal y la chica le dio al play. Comenzó la magia, todo el mundo atónito e impresionado de cómo el peor grupo estaba haciendo la mejor coreografía, y con la mejor música. Como todo había sido improvisado a última hora tenía que ir marcando los cambios de ritmos con ciertos gritos para que nadie se perdiera, aquello pareció impresionar a todo el mundo. Ovación de gala al término, como al final de Purple Rain. Incluso llegué a sensibilizar a aquella novia que durante unos días dejó de maltratarme psicológicamente. Ridiculizamos la actuación posterior de mis fornidos colegas, a los que llegaron incluso a medio insultar. Otra ovación para nosotros. Race!

Nuestro I Would Die 4 U y Baby I'm A Star llegó unos meses después, en el aftershow de la cena de fin de curso. Yo ya me había liberado de aquella novia por entonces, y cuando la sala estaba más llena, propuse a The Revolution volver a interpretar aquel número cuando sonara un tema cañero. No fue Race, ni tan siquiera recuerdo cual fue, solo recuerdo que a pesar de no haber vuelto a ensayar, volvió a salir perfecto y la sala se vino abajo.

Desde esa noche, nunca más he vuelto a dedicarme a eso del aerobic, he preferido retirarme en la cima de mi carrera ;D También esa noche, comprobé en Salvia lo mucho que disfrutó, como nunca la había visto antes. Race! Come, que bonita banda sonora a mi etapa en la nube. Grato recuerdo.

DMSR

Muchas gracias, Scandalous, gracias de verdad por tu historia. Me temo que como aparezcas por alguna KDD, o Prince Party, no te salva de repetir aquello ni tu abuela. Race!  8)
Mi novela homenaje: "TRACK AND PRINCE"

ibiza

 [smiley=wacky.gif]Sois unicos contando historias....Que bonito [smiley=2thumbsup.gif]

berarma

Caray! ¿No hay video? Una historia increible.  :D