Entrevista a George Michael en 'El Mundo'

Iniciado por VaNiL, 01 Marzo 2004, 01:24:54

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VaNiL


Inspiración. Hacía ocho años que el artista nacido
en Finchley (Londres) no componía un disco
enteramente original. Él lo atribuye a su nuevo
compañero sentimental, el texano Kenny.
Sony


ENTREVISTA GEORGE MICHAEL

"Huyo de la opulencia y del gasto innecesario, no vivo como las grandes estrellas"

George Michael no tiene el acento del barrio obrero de Londres donde se crió, pero sí el carácter de una persona austera, poco materialista. A sus 40 años, y después de haber superado una larga crisis motivada por la muerte de su compañero sentimental y de su madre, ha vuelto a crear. Su nuevo disco, "Patience", es la obra de un artista que ha alcanzado la serenidad, pero que no duda en alzar su voz, por ejemplo, contra la guerra.
 
ANA ROMERO


Giorgos Kyriacos Panayiotou, George Michael, recibe junto a Abby y Meg, dos suaves labradores de pelo claro a los que acaricia continuamente. La sola mención de una posible cojera en la mayor, Meg, hace que el famoso cantante se preocupe hasta la extenuación. Siendo testigo de este amor por los perros, una concluye que su sangre grecochipriota está más que diluida con la británica. De su padre conserva el aspecto físico mediterráneo y de su madre todo lo demás, incluida una elegante forma de hablar. Hace sólo cinco años, cuando fue arrestado por escándalo público en unos servicios en EEUU, empezó a mencionar que era gay. Ahora lo hace abiertamente. También se ha convertido en un destacado activista político.

P. ¿Podría definirle como un cantante lleno de opiniones políticas?
R.Es la mejor forma, no le quepa ninguna duda.

P. En el verano de 2002, su controvertido single Shoot the Dog le puso a mucha gente en contra. Tuvo que hacer hasta una declaración pública explicando su postura.
R. El disco no era antiamericano, sino anti-Blair. Nunca se me habría ocurrido herir los sentimientos de los norteamericanos después de lo que vivieron el ?? de septiembre. Por eso no vendí el disco en Estados Unidos. Pensé que habría sido una falta de respeto con un país que había sufrido así. Mi intención era atacar a Blair y, sobre todo, combatir la perspectiva imperante en ese momento en Europa, que seguía la política de Bush sin cuestionarla, algo que se ha comprobado como cierto con el paso del tiempo. De todas formas, lo sucedido demostró que habíamos entrado en un clima en el que es muy difícil expresarte y decir lo que piensas sin ser criticado. Y hay ciertas cosas que es necesario discutir.

P. El año pasado también consiguió irritar a muchos cantantes diciendo que se olvidaran de hacer un concierto benéfico de Bob Geldolf, porque no tenían el suficiente peso.
R. Sigo pensando que los artistas de hoy en día están demasiado manufacturados, son muy triviales. Cuando yo participé en el concierto de 1984 con gente como Paul McCartney, Sting, David Bowie y U2, había todavía mucha gente que valía la pena. Ahora los cantantes están fabricados a medida por sus productoras, de un día para otro y no tienen nada que decir. No escriben las canciones directamente desde el corazón, que es como hay que hacerlo.

P. ¿Conserva el griego paterno?
R. Lamentablemente, sólo sé decir los tacos que usaba mi madre en el supermercado. Cuando en casa hay un segundo idioma diferente del que se habla en la calle, éste se suele utilizar para reñirles a los niños en público sin dar el espectáculo. Pero mi padre trabajaba mucho, estaba siempre fuera. Yo hablaba inglés con mi madre y en el colegio, así que el griego desapareció. Nadie lo hablaba en casa.

P. ¿Por qué empezó a dedicarse a la música pop?
R. Desde los siete u ocho años supe qué era lo que quería hacer. Creo que le pasa a muchos artistas. Yo sentía que nadie me escuchaba, mi infancia fue bastante opresiva. Éramos niños a los que se veía, pero no se oía. No nos encerraban bajo la escalera, pero era una casa donde había que estar callado. Mi padre era muy estricto y mi madre tenía ascendencia victoriana.

P. ¿Victoriana?
R. Bueno, cuando mi abuela murió –yo tendría unos seis años– mi madre descubrió que era judía. Por lo visto, mi abuela no había querido que sus hijos supieran que ella era judía. De modo que se salió, digamos, de su familia judía rica para casarse con un inglés pobre pero gentil, mi abuelo. Por eso yo nunca entendí cómo era posible que mi madre hablara bien. Ella había crecido en una parte muy pobre de Londres, donde la gente tiene un acento muy fuerte. Resulta que mi abuela la mandó a un convento para asegurarse de que no hablara como la gente del barrio. Así que yo hablo bien para alguien que se ha criado en un barrio como el mío, en el norte de Londres. En el colegio se creían que mi familia era de clase media y no trabajadora. Desde luego, mis primeros 13 años de existencia fueron puros y duros de clase trabajadora, con padre transportista incluido.

P. Ese Nuevo Laborismo que usted tanto critica ahora ha hecho mucho por destruir esas barreras lingüísticas que antes estaban tan marcadas en el Reino Unido.
R. Sí, la cosa está cambiando, pero todavía supone una desventaja enorme tener un determinado acento. Todavía lo suyo es hablar como la clase media de Londres.

P. ¿Dónde se sitúa ahora George Michael?
R. Pertenezco a la clase media de ideas liberales, que son las que me transmitió mi madre. Mi padre era primera generación de inmigrantes, así que él preconizaba la idea de la movilidad social: trabajas lo máximo posible y así subes en la escala. Mi madre era muy desconfiada del dinero. Ella siempre estuvo muy orgullosa de mí cuando me convertí en famoso, pero siempre me advirtió que no se me subiera a la cabeza el dinero. Al día de hoy, soy muy poco materialista. Huyo de la opulencia y del gasto innecesario. Vivo como cualquier persona con dinero de clase media, pero no como las grandes estrellas o la clase alta. Me alegro mucho, por ejemplo, de no tener el estudio en casa. Me viene muy bien, porque así me obligo a salir de casa y trabajar.

P. ¿Un artista como usted tiene que salir de casa como el que va a la
oficina?

R. Totalmente, sobre todo desde que superé el bloqueo que me impedía escribir, tengo que hacerlo así. El año pasado me tomé sólo una semana de vacaciones y dos días en Navidades.

P. ¿Cuánto duró el bloqueo?
R. Unos cuatro años. Mi último álbum fue sobre la pérdida de mi compañero, en 1993. Tardé unos tres años en recuperarme. El día que llamé a casa para decirle a mi madre que había conocido a esta persona increíble que está todavía hoy conmigo, ese día me dijo que tenía cáncer. De nuevo, pasé de un periodo de duelo a uno de enfermedad y otra vez duelo. Perdí mi fe, mi espiritualidad. Y eso es algo tan importante, tan central en mi trabajo. Realmente creo que lo que he estado haciendo los últimos 20 años es intentar hacer música solidaria que empuja a la empatía entre las personas. Por eso creo que mi motivación es muy importante. Eso es muy difícil de hacer cuando sientes que no tienes ninguna conexión con tu Dios particular. Sin duda alguna, fue el periodo más infeliz de mi vida.

P. Coincidió con su arresto por escándalo público en Los Ángeles.
R. Sí, fue una encerrona. Pero creo que fue una encerrona a sabiendas. Porque en el subconsciente yo mismo necesitaba que ocurriera algo en mi vida que me sacara de este estado sin alma. Creo que estaba convencido de que si me pasaba algo, tendría que volver a luchar y mi vida tendría un enfoque. Y funcionó. Tuve que pelear. La gran crisis ocurrió inmediatamente después de Los Ángeles.

P. ¿A qué se dedicó en ese periodo negro?
R. ¡A ver mucha televisión! Así fue cómo mi conciencia política se fue desarrollando cada vez más. Si ves mucha tele y estás muy informado, empiezas a desarrollar cada vez más opiniones. Así empezó a venirme la inspiración para escribir Shoot the Dog, como un año largo antes del 11-S. Esa furia que tenía, esa falta de espiritualidad, se transformó en Shoot the Dog. A la gente le preocupaba mucho, pero yo sentía que tenía que hacerlo. Después de todas las críticas, seguí. Yo creía que el público aún podía evitar que Tony Blair fuera a la guerra. Éramos el 90%. Pero fracasamos. Y fuimos a la guerra. Pero a partir de ahí, cuando me di cuenta de que tenía el apoyo de la gente, de que había hecho algo positivo, empecé a escribir otra vez. Fue el final del bloqueo.

P. La Guerra de Irak ha sido, como el que dice, su debut político.
R. Había hecho cosas antes, con Mandela, por los derechos de los gays. Pero nada como ahora, y nunca había hecho música de la política.

P. ¿Mintió Tony Blair?
R. Yo creo que no. Creo sinceramente que creyó lo que le dijo la Administración Bush. Yo fui a casa de Tony Blair unos cuatro meses antes de que fuera elegido. Hubo cuatro cosas que me preocuparon. Lo primero, un tipo horrible que resultó ser Peter Mandelson [uno de los principales miembros del Gabinete de Blair, que se vio obligado a dimitir]. Lo segundo, que Blair no me pareció muy listo. Tres, hizo algún que otro comentario religioso. Por último, cuando salíamos, Cherie le pidió que me enseñara la guitarra que él tocaba en los años 70. Cuando me contó que quería ser una estrella de rock, se me puso el pelo de punta. Yo sé muy bien el ego gigantesco que hay que tener para querer ser estrella de rock.

P. De modo que el detalle de la guitarra fue determinante.
R. Sí, creo que ése es su principal problema, su ego enorme. Creo que es un altruista, pero que es alguien que no tiene la capacidad de enfrentarse a su propio ego. Pienso que eso es muy peligroso para nosotros. Blair está obsesionado con su papel en la Historia.

P. Usted cree que Sadam no tenía armas.
R. Él hizo creer a la gente que las tenía para hacerse el importante. Era un dictador espantoso pero no pintaba nada en el mundo. Los que trabajan con los Bush, con el padre y con el hijo, lo sabían, pero querían el petróleo, Halliburton tiene el 85% del petróleo iraquí.

P. ¿Piensa continuar esta segunda carrera política?
R. No soy un político, pero tengo un puesto especial en el mundo que me permite hablar. Ese sentimiento que tuve la segunda vez, cuando todo el mundo me decía que me callara, me urgía a hablar. Sé que tengo más acceso a la gente que los políticos, pero lo que quiero ahora es ser feliz. Es mi conciencia la que me obliga a hablar. Le aseguro que no son las ganas de publicidad. Ya la tengo. Quiero hacer música especial, pero ya está. Simplemente, todo esto me apasiona. Pero después de 10 años, quiero que mi vida se calme. Después de ocho años con Kenny, estoy encontrando el equilibrio en mi vida. Y quiero disfrutar.

P. Usted habla constantemente de espiritualidad.
R. Mi mayor problema con la religión organizada es que se base en creencias de hace miles de años que están en contradicción con la vida moderna. Creo que el trabajo de la Iglesia es hacer que sus seguidores estén en contacto con la espiritualidad.

P. ¿Qué es la espiritualidad para usted?
R. La creencia de que existe el bien y el mal, y de que cada vez que tomas una decisión egoísta en la vida, te alejas de Dios. Y cada vez que tomas una decisión generosa, te acercas a él. Cuando eres gay tienes que definir tu espiritualidad mucho más, porque no tienes Iglesia.

P. ¿Fue difícil hacer pública su condición de homosexual?
R. Me costó trabajo reconocer que era gay por la decepción que podía suponer para mi familia, pero nunca fue un problema porque siempre he estado convencido de que la sexualidad no tiene nada que ver con la moralidad. Le escribí una carta a mis padres el día después de la muerte de Anselmo. Mi madre me dijo que era la carta más bonita que jamás le había escrito. Lo único que le molestó fue no haberme podido ayudar durante la enfermedad de Anselmo, al no saber nada.

"Patience" (Sony), de George Michael, se pondrá a la venta el próximo 15 de marzo. Web de la discográfica: //www.sonymusic.es


Litigio. El cantante asiste al juicio en el
que se enfrentó a la discográfica Sony (1993).
Cordon press.



¿Un divo?

Lo parece, pero no lo es. Entrevistar a un cantante pop de renombre mundial no es lo mismo que hablar con un político o un gran pensador. O sí. El encuentro con George Michael en Londres tenía todas las papeletas para ser un desastre. Como todas las entrevistas a las grandes estrellas de la música, la productora había citado a un grupo de periodistas en una habitación de un lujoso hotel. Allí, los entrevistadores escuchan el disco una y otra vez mientras esperan. En este caso, más de una hora y media. ¿Por qué? Bueno, así son los divos. Sin embargo, llegado el turno, la sorpresa fue mayúscula. George Michael se disculpa, se interesa por la otra persona, pregunta y se enzarza en una larga charla sobre política, religión y el sentido de la vida. Los encargados de darle fluidez al turno de entrevistadores llaman a la puerta. Primero, con suavidad.

Después, con insistencia. George Michael los ignora. Está disfrutando. Desde que comenzó su activismo antiguerra, ha pasado por los principales programas políticos de Reino Unido. Desde "Desayuno con Frost" hasta "Today", de la BBC. "Me aburren enormemente las entrevistas sobre mi música. Siempre me preguntan lo mismo: que por qué escribo esto y aquello,
y esas tonterías. A mí me interesa lo que pasa en el mundo".

Una guerra con Sony que acabó en paz

Fue una de las batallas más sonadas del sector. En 1993, George Michael llevó a Sony ante los tribunales para divorciarse de la poderosa casa de discos. El motivo: Sony, explicó el cantante, le estaba convirtiendo en un "esclavo del pop". Según el artista, la discográfica le estaba impidiendo madurar y convertirse en una "estrella adulta" en vez del "ídolo de los jóvenes" que seguía siendo entonces. Pelearon durante más de tres meses y tuvo que desembolsar una cifra superior a cuatro millones de libras en costos legales.

Al final, Sony ganó. Una década después, en noviembre del año pasado, el cantante hizo tabla rasa del pasado y volvió a firmar con ellos. El contrato fue global y millonario, aunque ninguna de las partes ha querido hacer pública la cantidad. "Ahora nos llevamos muy bien", dice el cantante. De aquel rifirrafe, a George Michael le queda Andy Stephens, su "manager", al que fichó cuando trabajaba para Sony. Rob Stringer, el presidente de Sony, se declaró "encantado" de haber recuperado a uno de los artistas que más discos ha grabado en la nutrida historia musical de Reino Unido.

Babyknows

Uyy, qué mayor está este hombre!! Interesante, gracias Vanil!

I believe that we don't have to change friends if we understand that friends change.   http://www.myspace.com/soulvigilantes