Rincón Legionario

Iniciado por Legionario, 03 Febrero 2006, 20:38:13

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Legionario

CARTA ENVIADA AL DIARIO DE MELILLA EL 18 DE ENERO DE 2.006
(Carta dirigida al Presidente del Gobierno Sr. Don José Luis Rodríguez Zapatero 5º Presidente de La Democracia).

"Respetada Sra. Directora: Tras una cuidadosa deliberación de cuál sería la mejor vía para hacer pública esta carta y dejando de lado (ya que tengo una familia que mantener y la sana intención de llegar a mi edad de retiro no de forma prematura) la primera de ellas, que era plantarme con mi Compañía en el Ministerio de Defensa y entregarle en mano al Sr. Bono esta misiva, decidí enviarle estas líneas con la ilusión de que tuviera a bien el publicarlas. Por supuesto, soy consciente que con este acto cerceno, muy posiblemente, de forma definitiva cualquier aspiración de ocupar algún día un puesto de responsabilidad en la cúpula militar, cosa que por otro lado jamás me importó en demasía.

Esta carta es el fruto de un fortísimo sentimiento de desasosiego, al comprobar los derroteros que está tomando la situación política y social de esta nuestra Nación, España. Escuché en televisión, en fechas recientes, cómo nuestro Presidente del Gobierno en una rueda de prensa, zanjaba de forma contundente la problemática suscitada con las declaraciones del Tte. Gral. Mena, diciendo que, tras consulta con sus asesores, se podía determinar que en las Fuerzas Armadas no había malestar ni preocupación por los temas aludidos.

Pues bien, Sr. Presidente del Gobierno, no es cierto lo que sus asesores le han dicho o las interpretaciones que se han hecho. Por supuesto que existe malestar, como no podía ser de otra manera, dentro y fuera de las Fuerzas Armadas. Malestar al ver cómo se está desmembrando nuestra España; malestar al ver cómo de forma impune se queman banderas nacionales en actos públicos; malestar al ver cómo se convocan manifestaciones y actos sociales en nombre de la banda terrorista (con diferentes nombres y formas); malestar al ver cómo existe ya una generación de españoles que no reconocen a España como su Patria, gracias a la delegación de competencias en materia de educación que se hizo en su día; malestar al comprobar que en todas y cada una de las cadenas de TV, tanto públicas como privadas, cada vez que aparece un uniforme, ya sea del Ejército o de las FCSE, es para servir de mofa a los telespectadores; malestar al no poder llevar una camiseta con la enseña nacional, sin temor a ser insultado en algunas regiones españolas; malestar al ver cómo domingo tras domingo en los resúmenes futbolísticos se contemplan diferentes muestras de apología del terrorismo en nuestros campos de fútbol; malestar al ver que tienen más derechos los verdugos que las víctimas; malestar al comprobar que en este bendito país ha empezado a preocupar realmente la banda asesina cuando los que tristemente caían no llevaban uniforme verde oliva o caqui; malestar al ver que se ocultan determinadas actuaciones de nuestras FAS en misiones en el extranjero, por miedo a perder votos; malestar al ver cómo se intenta debilitar el carácter militar de los ejércitos, haciendo publicidad de éstos como si fueran ONGs y permitiendo una nefasta selección de cuadros de mando y tropa al ingreso en los centros docentes; malestar al leer el artículo del pasado 12 de enero en el "prestigioso" diario Avui, en el que un simpático llamado Iu Forn (que al parecer es su nombre real y no un mote) insultaba de forma gratuita a las madres de los que efectivamente estamos "enfadaditos" con el estatuto catalán; malestar en general al ver que todo lo que es contrario a la idea de España, Iglesia, familia y respeto a los que nos precedieron y lucharon por una España mejor, está de moda, es lo democráticamente correcto y lo progresista.

Todo esto es un cúmulo de circunstancias que se han ido poco a poco haciendo palpables en nuestra sociedad, permitidas todas ellas por la clase política en general, sea de la ideología que sea, todas ellas consentidas para ganar votos, escaños y alcaldías, de forma que nuestros políticos han sacrificado la idea de Nación y de Patria para engordar sus ansias de poder. Es triste contemplar cómo cada día se saca provecho electoral de cualquier desgracia nacional que suceda, por muy luctuosa que ésta sea. Qué lamentable es contemplar para un ciudadano de a pie cómo mis supuestos representantes políticos se enfrascan en batallas dialécticas con los cuerpos aún calientes de compañeros fallecidos en acto de servicio.

Pues Sr. Presidente, va a resultar que al final sí que hay malestar e inquietud, al menos de éste que suscribe, con la esperanza que haya muchos más que compartan estas ideas y se sumen a esta débil pero firme voz que dice, basta ya, España será siempre una única Nación, nos gusta ser españoles y por supuesto seguir siéndolo. Estoy molesto y preocupado Sr. Presidente".

Capitán de Infantería Don Roberto González Calderón
Jefe de la 1ª Compañía de la I Bandera Comandante Franco del Tercio Gran Capitán 1º de la Legión


¡ VIVA LA LEGION !



Legionario

#1
Acudo a la llamada de un Caballero Legionario, estamos con usted, ¡¡ A mí la Legión !!

Artículo de opinión de D. José Utrera Molina publicado en ABC el pasado martes 2 de febrero de 2.010 tras la retirada de la estatua del Teniente General Millán Astray de la plaza de España en La Coruña.
CREO que hubiese incurrido en una incuestionable cobardía si hubiese permanecido en silencio ante la última consecuencia de la mal llamada Memoria Histórica, que ha tenido su concreción en el injusto derribo de la estatua dedicada al teniente general Millán Astray.
Arrancar una página de la historia de España que contiene y refiere el heroísmo sin límite de un soldado español, echar abajo un símbolo de una categoría histórica indudable que representa el más formidable sentido del valor, la más alta prueba de gallardía, el más sublime heroísmo, la más completa y fecunda abnegación, me parece no un error ni siquiera un disparate inconfesable. Estimo que se trata de un alevoso crimen contra la identidad de nuestra tradición militar, contra el ejemplo de alguien que supo aceptar el sufrimiento sin protesta alguna y que llevó hasta sus límites más altos el sentido de la milicia.
¿Se pretende borrar de los anales de la historia todo vestigio de dignidad? ¿Qué se intenta, mancillar los nombres más ilustres de nuestro acontecer nacional? Esta vandálica invasión del Gobierno socialista, esta apoyatura indiscutible de todo lo que significa destrucción de valores esenciales, no puede permanecer indiferente ante los que creemos en valores superiores, en el culto al espíritu y en la estimación verdadera de méritos que constituyen las pruebas más altas del honor.
Vivimos un tiempo en el que corremos el riesgo de avergonzarnos de pertenecer a una Nación gloriosa y antigua como ha sido España. Nos duele la resignación, nos hiere el silencio, nos destroza la indiferencia, nos mancha el olvido. Creemos firmemente que no hay nación en el mundo que pueda ofrecer un palmarés de acciones extraordinarias como puede representar España. Concretamente a mí me duele esta trágica expoliación de virtudes esenciales, este asesinato de nuestras tradiciones, esa labor que pisotea la sangre de nuestros muertos, la señal de nuestros heridos, el holocausto de tantos y tantos soldados anónimos que dieron su vida porque España pudiera tener en la Historia un sitio de insobornable dignidad. Confieso que pocas acciones políticas me han afectado tan directamente como ésta que acontece para mayor escarnio en tierras gallegas, donde nació este ilustre soldado. ¿Es que no hay una voz disidente, un grito indignado, una protesta justificada ante tamaño desafuero?
No solamente me duele este silencio, me repugna esta increíble complicidad de los obligados, también, a alzar la voz. Yo al menos, en mi insignificancia, carente de representación política alguna, jubilado por la edad, pero no derrotado en la esperanza, clamo contra esta monstruosa injusticia. Creo que tranquilizo mi conciencia describiendo mis sentimientos. Pienso que no podría conciliar el sueño si permaneciera callado ante esa incalificable fechoría. Hace unos años, la Legión española me distinguió con la única condecoración que verdaderamente he ostentado durante todos estos años con pleno orgullo, al nombrarme cabo honorario. Hago honor a esta distinción y saludo ante su tumba con gesto legionario a quien ha sido un héroe excepcional y un ejemplo para las futuras generaciones. Al grito legionario ¡a mí la Legión!, acudo. Aquí estoy, mi general.
D.JOSÉ UTRERA MOLINA Martes , 02-02-10


Chuck Romerales

Me subí a la rejaaaa

NPGPRINCE


Legionario

#4
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/03/espana/1275583295.html


Traslado del Cristo de la Buena Muerte

Que le den a la Ministrilla, el año que viene volveremos, voluntariamente, como siempre lo hemos hecho, al Cristo de Mena no le faltarán voluntarios.

¡ Viva La Legión !  :thumbsup:




Desde la primavera de 2009, el Tercio del Gran Capitán 1º de La Legión es el encargado de custodiar el Guión orlado de los Tercios y concretamente la escuadra de gastadores de la Primera Bandera es quien desde primeras horas del Domingo de Ramos custodia al Cristo de MENA en la Capilla de Santo Domingo.

Si muchas veces he dicho que ninguna Semana Santa es igual a otra, este año hay una serie de hechos que a mi modo de ver la han hecho especialmente diferente. Veamos por qué a través de los diferentes acontecimientos ocurridos el Jueves Santo:

1.- El Desembarco. Si la capacidad de esfuerzo y sacrificio de nuestros legionarios se pone a prueba siempre, durante estos días de Semana Santa cuando la falta de horas de sueño, los desfiles, las interminables procesiones, los empujones del público y la incomprensión de una serie de sectores que sigue sin asumir la vinculación entre La Legión y su Patrono el Cristo de la Buena Muerte hacen que tenga especial mérito su presencia en Málaga y su provincia para los actos procesionales. Es aquí cuando resulta incomprensible que el traslado en Barco del Primer Tercio se haya realizado en un barco de las características del A 05 "El Camino Español"(1). ¿Por qué llama la atención este transporte? Por ser un buque con capacidad para 24 tripulantes y 40 pasajeros destinado al transporte de vehículos y sin embargo tuvo que transportar a dos secciones de fusiles y la banda de guerra,....


No obstante, como cada Jueves Santo a las 11 de la mañana, Málaga se lanza a la calle, concretamente al puerto, para recibir a nuestros heroicos legionarios, que desembarcarán para rendir homenaje a su Cristo y a su gente. Es la hora y multitud de malagueños y foráneos se acercan al puerto de Málaga para ver el desembarco de las tropas legionarias. Pese a quien pese, aquí no hay novedades; una vez más, Málaga vuelve a volcarse con la Legión. Y es que la Legión tiene algo especial, algo que es capaz de atraer a miles de personas hasta la plaza de la Marina y el muelle número 3 para verlo en directo. Por no hablar de los medios de comunicación locales y nacionales que permitieron que en toda España se haya podido presenciar y vivir en directo; por eso digo que "a pesar de los pesares y las dificultades que a veces estamos encontrando, me pregunto ¡Que tendrá la Legión que allá por donde va despierta admiración, cariño, respeto? Evidentemente la pregunta es puramente retórica y por tanto la respuesta es sencilla, este 2010 celebraremos el 90 aniversario de la fundación y es que tan solo en unos años La Legión resume siglos de tradición y es fiel exponente de la épica de nuestros ejércitos y de la historia de nuestra Patria.

A las once en punto por la bocana del puerto de Málaga asoma la proa del buque "El Camino Español" que traía a los legionarios desde Melilla. Pero ya antes de que se pudiera ver la entrada del barco se escuchaban las notas y la letra de "El Novio de la Muerte" que salían de gargantas legionarias ansiosas de llegar a tierra firme para rendir homenaje a su Santo Protector el Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Con la tropa marcialmente formada en la proa de la cubierta y mandada por el Capitán D. Manuel Peiteado, el buque hizo su entrada en el puerto, entre una salve de aplausos y gritos de "Viva la Legión", mientras tanto nuestros compañeros entonaban una y otra vez el himno que es santo y seña de la Legión "El Novio de la Muerte". Era tal vez uno de los momentos más esperados y emblemáticos de la Semana de Pasión.

En la tribuna presidencial, el segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, Teniente General Ignacio Martín Villalaín encabezaba una nutrida representación de autoridades civiles y militares entre los que destacaban el General de la Brigada de la Legión D. Francisco Javier Varela Salas, los Coroneles jefes de los Tercios Gran Capitán, Duque de Alba y Juan de Austria. El Teniente Coronel Conrado representaba al Cuarto Tercio por estar su Coronel Jefe en Afganistán. Así mismo estaban presentes el Hermano Mayor de Mena, Antonio Jesús Gómez, la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, el Subdelegado del Gobierno Hilario López Luna y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

Comienza el desembarco y en un momento épico la Banda de Guerra del I Tercio y la Banda de música de la Brigada de La Legión se funden en una sola. El Capitán Peiteado al mando de la compañía de fusiles con el guión y escolta del guión dan novedades al Mando.

Forma la Fuerza y pasa revista el Teniente General Villalaín acompañado por el General Varela. Posteriormente las unidades desfilan delante de la autoridades civiles y militares allí presentes y, a continuación, encabezados por la escuadra de gastadores, comienza el desfile por las calles de Málaga. El paso es impecable, la ciudad se crece y los gastadores enaltecen a pequeños y grandes que acompañan su paso con constantes gritos de ¡Viva La Legión!

Es en ese momento cuando me viene a la memoria los versos del poema dedicado al "Cristo Malagueño",

Málaga acoge en sus brazos
Cuando llegan a su puerto
Esos hombres legionarios
Para honrar a su Cristo muerto.

Son los Novios de la Muerte
Que quieren lavar sus vidas
En la sangre redentora
Que brotó de las heridas
De ese Dios Crucificado
A quien ellos montan la Guardia
Para beber en su amor
La defensa de la Patria.

Y al llegar la Semana Santa en las calles malagueñas,
El Cristo de la Legión
En la luz de las estrellas
Muestra de nuevo sus llagas
Ofreciendo vida eterna
A este mundo que ha olvidado
Que la tierra no es la meta.

Hay que elevar la mirada, se acercan los legionarios,
Con la imagen de Jesús
El que murió en el Calvario.

Y la bóveda del cielo
De palio te está sirviendo
¡Cristo de la Buena Muerte!
¡Que eres Cristo malagueño!


2.- El Traslado. La Plaza de Santo Domingo está también llena. El pueblo espera la llegada de La Legión para ver cómo se realiza el traslada del Cristo de MENA desde la pequeña capilla donde ha siso custodiado hasta el Salón de Tronos. Se calcula que más de 70.000 personas están presentes entre el Puerto y la Plaza de Santo Domingo. Sólo una meticulosa preparación entre los mandos de la Legión y la Congregación de MENA, hace posible que todo el acto se desarrolle con la mayor pulcritud. El Comandante Arribas, el Brigada Molla y el Sargento Sánchez han estado repasando durante días el recorrido para que todo resulte perfecto.

A la presencia de las autoridades civiles y militares anteriormente descritas hay que señalar que en la Plaza de Santo Domingo nos acompañó Antonio Banderas (cofrade de Fusionadas y de la Esperanza) por invitación expresa del Hermano Mayor de Mena. Como de costumbre; se mantuvo en un discreto segundo plano dando protagonismo al Cristo de Mena y a Nuestra Señora de la Soledad.

Antes de que se iniciara el traslado, el Coronel Jefe del I Tercio entregó el Guión orlado de los Tercios al Coronel Jefe del II Tercio para su custodia hasta la Semana Santa de 2011. Aquí comprobamos otro cambio en el orden habitual de la "entrega" ya que normalmente este acto se realiza al finalizar la procesión, justo en el momento en el que los Tronos del Cristo de Mena y de Nuestra Señora de la Soledad van a volver a entrar en su casa hermandad.

El cornetín de órdenes toca firmes y a continuación da órdenes para que la Banda de Guerra y la Banda de Música de la Legión interpreten el Himno Nacional. Es en este preciso momento cuando se abren las puertas de la Iglesia y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte sale desde el oscuro interior del Convento de Santo Domingo a hombros de 12 caballeros legionarios mandados por el Cabo Primero D. José Mª Martín Urbaneja de la VIII Bandera. Son integrantes de las escuadras de gastadores que desde el Domingo de Ramos habían estado haciendo la Guardia de Honor. Como en su día dijo Fernando Estrada, viejo legionario y jefe de prensa de la Ciberhermandad Legionaria, -"Los Guiones de la Legión en alto y nuestro Sagrado Protector salen a saludar a sus hijos los legionarios, llevado por estos gastadores con dulzura, con amor, con ternura, con marcialidad, despacito, poquito a poco para no despertarlo de su sueño".

Y portado de esta manera, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte pasa delante de las tropas legionarias y del pueblo. Los primeros sones del "Novio de la Muerte" suenan en la explanada. Nuestro Protector les pasa revista y allí están los legionarios firmes, con el pecho descubierto y la mirada clavada en el infinito del cielo malagueño viendo cómo su Sagrado Protector pasa delante de ellos. Es posible que mucho de ellos rezaran en ese momento, otros estarían reviviendo hechos de armas o sueños por alcanzar pero lo que es indudable es que el Señor estaba especialmente presente entre todos nosotros. Es algo que no se puede explicar, sólo estando allí presente se puede vivir y sentir.

Este año volvimos a vivir algo diferente. Es la primera vez que los 12 legionarios realizan el acto con nuestro Cristo mirando al público en lugar de hacerlo mirando hacia el interior de la casa hermandad. Una vez situados en el centro de la explanada los Guiones de los Tercios de la Legión inician su camino hasta situarse junto al Santísimo Cristo de la Buena Muerte. En ese momento, el Director Espiritual de la Congregación de Mena, el fraile Dominico D. Francisco García Ortega acompañado por nuestro queridísimo Yayo, D. Ricardo Noguera, leyó un pasaje de evangelio de San Juan donde se relata el momento de la muerte de Jesús en la Cruz preludio del toque de oración en memoria de los caídos.

De nuevo el cornetín de órdenes lanza al aire malagueño sus notas, esta vez indicando el toque de oración, los legionarios que llevan al Cristo de Mena, en lugar del tradicional acto de presentación del Cristo al pueblo (donde unos ponían rodilla en tierra, otros permanecían firmes e inclinan a nuestro Sagrado Protector) lo elevan brazo en alto mientras los Guiones de la Legión le rinden honores inclinándose delante de Nuestro Señor.

A los sones de la marcha de Eloy García "Cristo de La Legión", el Primero Urbaneja y sus once leales acompañaron la entrada del Cristo de Mena a su casa hermandad donde le esperaba su madre, Nuestra Señora de la Soledad, para ser entronizado. Quiero resaltar aquí el cariño y la devoción con el que la escuadra deposita y acuna al Cristo para ser recogido por los hermanos de MENA para su posterior entronización. El momento es solemne y tremendamente delicado. Cualquier descuido puede provocar que la talla caiga al suelo, pero lejos de eso, nuestro Cristo es alzado con una espectacularidad que nuevamente hace que el pueblo enmudezca. Sus legionarios están con El como hace 2.000 años. Dicen unas estrofas del poema "Con Dios a Puro Huevo":

"¿Estuvo allí el Centurión legionario? El primer gentil que creyó hasta sus límites, un capitán legionario que rogaba por uno de sus hombres: No soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará. Palabras que vuelan, que cruzan los muros y las tormentas. Cornetines. Órdenes. Dos mil años después nuevos legionarios cruzan la tormenta con su Dios en vilo, a pulso. Dios ha de doler cuando te esfuerzas. Como se debe; como la lealtad manda. Señor, no soy digno, pero aquí estoy. Para lo que sea. A puro huevo, Señor. Porque lo he jurado, y jurar es fuego. Porque lo quiero. Porque cuando se cree te sientes más allá de la vida. Porque canto a la muerte amada y tú moriste por mí, lo que te convierte en compañero y hermano; en muerto mío. Y un legionario no abandona a sus muertos. Los recuerda con orgullo, Señor de los Tercios. Porque tienes, Señor, una tercera vida que resplandece el Jueves Santo en Málaga y en todos los sábados de patio, de armas y de agudo toque de oración, metal dorado que se clava."

Para finalizar el acto se recitaron dos espíritus de Nuestro Credo y se cantó la Canción del Legionario en medio del fervor del pueblo. "Esta es la mejor muestra de la unión indisoluble, a pesar de las trabas que algunos quieren poner, que Málaga tiene con La Legión y con el resto de las fuerzas militares que desfilan en las procesiones de la ciudad en la Semana Santa" (en estos términos se expresaba el diario "El Sur" en su edición especial del Viernes Santo). El diario Málaga Sur resalta "Ante tal demostración de entrega popular, no hay más remedio que aceptar que quien intente si quiera plantear la retirada de las fuerzas armadas de la Semana de Pasión se dará de narices contra un muro ".

Una vez terminado este acto, las fuerzas legionarias vuelven a desfilar delante de las autoridades allí presentes y del público que llenaba totalmente la explanada y sus alrededores. Y así las tropas se retiran para velar armas hasta la tarde-noche en la que sobre las 19,50 volverán para acompañar a nuestro Sagrado Protector el Santísimo Cristo de la Buena Muerte en su peregrinar por la calles malagueñas, acompañado por sus hijos los caballeros legionarios "Novios de la Muerte".

Una vez más hay un hecho diferencial respecto a otras Semanas Santas, La Infantería de Marina, unida espiritual y materialmente con Nuestra Señora de la Soledad no hace acto de presencia. Habrá que preguntarse los por qué de tan manifiesta ausencia. Lo cierto es que en el rostro de la Virgen se notó la tristeza por la ausencia de sus hijos queridos en una cita tan importante y destacada para todos donde los verdaderos hijos han de dar el "do de pecho" para estar junto a su Madre. Eso hizo que la Congregación de Mena tuviera que mover ficha desde el principio para que el Trono de Nuestra Señora de la Soledad fuera acompañado por la banda de música de la Archicofradía de la Expiración. Espero que el año que viene, los responsables de tal vacío recapaciten y podamos volver a nuestros hermanos de la Armada procesionando por las calles de Málaga. No obstante la Virgen nunca estuvo sola, miles de personas la acompañaron por las abarrotadas calles de Málaga y diez guardiamarinas la escoltaron y portaron el guión del 250 aniversario.

3.- La Procesión. Otra de las novedades de este año fue que ambos tronos portaban lazos negros. El del Cristo de Mena en memoria del General Don Gilberto Marquina López fallecido recientemente. El General Marquina paso por el Tercio "Gran Capitán" (I de La Legión), mando el Tercio "Don Juan de Austria" (III de La Legión) y se convirtió en el primer Jefe del Mando de La Legión (MALEG). El de la Virgen en memoria del congregante Enrique Ruiz del Portal.

A las 19,50 la Congregación de Mena "echa andar". A los sones del Himno Nacional el Santísimo Cristo de la Buena Muerte comienza a caminar. Antes, los portadores del trono (como el resto de los asistentes) recibimos el regalo de una saeta. La saeta no es sólo un cante popular, es a la vez oración. Todos escuchamos con recogimiento y devoción la voz de María José Santiago, la gran cantante española, persona muy unida a Málaga por muchos y diferentes motivos. La jerezana se fue a Santo Domingo y con su voz poderosa nos ofreció una saeta maravillosa. 'Buena Muerte, Buena Muerte has tenío' interpretando con gran acierto la famosísima saeta de Serrat. De fondo el silencio, solo roto por los olés de la gente y los Vivas a La Legión. Todos los medios se hicieron eco al retratar a la Santiago cargada de lágrimas, y no era para menos. La estampa, insuperable, el momento, único... Posteriormente, repetiría la saeta desde uno de los balcones del Hotel Larios.

Sale a la calle el Cristo custodiado por sus 225 legionarios llegados de Melilla. Formaban un piquete de honores, banda de cornetas y tambores, banda de música y tres escuadras completas. Su Madre, la Virgen de la Soledad cierra la procesión. Nada se puede decir de ese momento cuando alguien como yo tiene el honor de ir portando al hombro a su Cristo. La fuerza del cuerpo se ve suplida por la del espíritu. El recorrido se hace más llevadero, durante sus siete horas, cuando cada pocos minutos todos rezamos el Novio del Muerte. ¿Cuántas veces los habéis entonado?, me preguntan. No sé responder. Cada año intento recurrir a las matemáticas para intentar dar una respuesta, y cada año vuelve a sucederme lo mismo. Soy incapaz de recordarlo porque el cariño, la emoción y el esfuerzo hacen que cada minuto y cada paso que doy se llenen de recuerdos vividos y hacen que sólo pueda pensar en una cosa, la vida y la muerte. El diario Málaga Hoy vuelve a insistir "No faltó el sonar del Novio de la Muerte una y otra vez. ¿Pero alguien duda de esa vinculación? ¿Miraron las caras de los caballeros legionarios cuando desfilaban detrás de su Cristo? Sin Palabras".


Y es que como dice en su poema Arturo Robsy: "La Legión avanza con su Dios enorme. No importan ya teologías sutiles. Es Dios y lo llevo en alto. Soy testigo de él y él de mí, caballero legionario con caballero legionario. En alto, Señor, en alto, que el cielo será de quien lo gane, de quien salte la trinchera sin temor. También el cielo a puro huevo. Como está mandado. ¿Qué temer alzándote y cantándote los amores rotos? ¿No soy un hombre a quien la muerte hirió con zarpa de fiera? ¿No lo somos todos? De eso se trata: creo en el corazón gigante del hombre, que siempre quema. Creo en lo que debo. Lo grande con lo grande, Cristo universal de la Buena Muerte, porque creer, a veces, parece una furia, un martirio, un balazo. Parece que la vida se te escapa del pecho, pero no te importa: Un Dios es para siempre."

El Trono avanza. La Legión canta y el pueblo nos mece con su cariño. Al final de la Alameda, entramos en la calle Larios, comienza el Recorrido Oficial. Los Mayordomos del Trono con sus toques de campana hacen que el Cristo salude al pueblo malagueño. Pero es al llegar a Carreterías y especialmente a La Tribuna de los Pobres cuando la multitud no puede contener su emoción e irrumpe en gritos a su Cristo y a sus Legionarios. En ese momento todos los legionarios que acompañan a su Cristo ven recompensado el esfuerzo de tantas horas de preparación y esfuerzo, de sinsabores y de un trasporte inmerecido a la nobleza de sus corazones, corazones que se ven enaltecidos por el calor de su pueblo,

¿Que no tengo corazón?
¡Que sabes tú tan siquiera!
Si los mismos niños saben
Que lo tienen hasta las fieras,
¡Si eso es lo que le sobra...!
A to el que al Tercio llega
¡Si llevan las camisas abiertas
y... se le sale por el! abrid mi pecho y veréis
Lo que ahí dentro se encierra.


Detrás del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, sus hijos legionarios recitan una y otra vez el Novio de la Muerte. Se trata de un himno que nos hace diferentes a cualquier otra persona. Por ese motivo recordamos una estrofa de una poesía que dice:

Trataría cual me tratan
a los que ignoran mi gesta
que creen que un legionario es.....
persona vil y rasera,
y.... ¡eso no! Porque España
sabe de nuestra nobleza
sabe que estamos dispuestos
siempre, siempre a defenderla
y dar la última gota
de sangre por su Bandera.


Seguimos nuestro trabajo para llegar nuevamente al lateral de la Alameda y salir al encuentro de la Virgen de la Esperanza que ha comenzado su recorrido. Cristo y Virgen se saludan, se bailan y sus cofrades y bandas se cantan. Es otro de los momentos mágicos de la procesión, pero nuestro Cristo no puede parar, debemos seguir nuestro camino para llegar a nuestra hora a la Plaza de Santo Domingo y esperar a la Madre del de la Buena Muerte. Llegamos, tenemos un pequeño momento de descanso mientras aguardamos la entrada en la plaza de la Virgen. Son las tres de la mañana, abandonamos por un momento los varales del trono. Vemos en la plaza a la familia, los amigos y a los mandos que nos están esperando. Pero sobre todo, volvemos a ver a una muchedumbre que nos está aguardando. ¿Tanta gente cabe en la ciudad? Vemos la ilusión y las lágrimas en los rostros de niños, mujeres, y hombres, muchos de ellos gente nervuda que lleva horas de pie, aguardando la llegada de su Virgen y de su Cristo, camisas legionarias abiertas sobre cuerpos que soportan el frío estoicamente, muchos de ellos antiguos legionarios que siguen con la ilusión del primer día de su alistamiento. A lo lejos, cruzando el puente de la Esperanza avanza el imponente Trono de la Virgen de la Soledad, sus portadores aprietan el alma contra los varales para demostrar su cariño a María, y que Nuestra Señora entre en la Plaza al mismo paso que salió horas antes. Los Tronos se juntan en la Plaza. Llega el momento más duro, el de encerrar los tronos en la casa de hermandad. Levantamos al Cristo sus portadores, alzan a la Virgen sus hombres de trono. Se canta el Novio de la Muerte mientras se mecen los tronos. A continuación, se canta la Salve Marinera. Los hombres de trono no quieren terminar. Se amaga la entrada. Suena el Himno Nacional, no hay remedio, un último esfuerzo, Vivas a la Virgen, Vivas al Cristo de MENA y las Puertas del Salón de Tronos se cierran definitivamente hasta el año que viene. Los hombres se abrazan entre ellos. Todo ha terminado. La Virgen y el Cristo nos miran desde lo alto agradecidos por haberlos portado y presentado a su pueblo. Un año más, Malaga se ha entregado a una Madre y a su Hijo que nos lo han dado todo. España y su Legión están con ellos.


Por todo ello creo que a pesar de que quieran transformar la Semana Santa, hacer que las Fuerzas Armadas no acompañen a sus protectores por las calles de España, si vemos lo que un año más hemos vivido hace que sea imposible quitar al pueblo lo que para el pueblo es una necesidad. Son años de tradición, de amor, de cariño, de hermanamiento profundo. Echo la mirada atrás y rescato un pregón del año 1957 de José Utrera Molina, cabo legionario de honor, y me doy cuenta que en este sentido, gracias a Dios, nada de lo que realmente vale la pena ha cambiado,

«El dolor de la liturgia se aminora porque consuela la alegría de saber que, a pesar de su muerte cercana, Cristo se quedará para siempre entre nosotros. Avanza y se aproxima el Jueves Santo, día solemne lleno de la majestad del dolor, reencuentro de la humanidad entera con Jesucristo.
Málaga se enfrenta sublimada, encendida, con el misterio de la Redención desbordando para ello el genio de su arte y su belleza. Málaga se pone en pie y contempla con el alma estremecida el drama del calvario, sintiendo como suyo el dolor religioso de estas tristes jornadas evocadoras.
No hay lírica mentirosa y barroca en la exaltación del fervor de nuestro pueblo. Hay una viva emoción teológica ante la presencia en las calles de las imágenes, ante el realismo dramático de los Cristos, ante el dolor y la amargura de las Vírgenes sollozantes.
Anochecido, sale de su templo el Cristo de los legionarios y sentimos al verlo el sudor de sus sienes, viendo en sus ojos, en su boca, en sus pómulos febriles el ansia y el esfuerzo por fijarse en todos los infortunios. Entre las sombras de la noche todos miran a Cristo, rezan ante la dramática expresión de su agonía. Agonía de hombre que padece la angustia de todas las muertes, todos al mirarle sufren con él, adivinando la fiebre que le hunde en el cuerpo las uñas de la fe, el vibrante escozor de la garra ardiente de las manos, el dolor de las arterias que ayer llevaban las dulzuras de la vida y hoy se convierten en dogales aprisionantes, ante trance supremo se pasar la soledad humana de la muerte. Al contemplarlo parece que nos habla queriéndonos decir que sólo saber vivir quien bien se muere. Entre una larga fila de enlutados penitentes, altos capirotes, hachones encendidos en la noche, el Cristo de la Buena Muerte camina, doblada la cabeza, lleno el rostro de paz, la desazón partida, vencedor por amor de la muerte, dulce muerte que ya no tiene el signo trágico de una guadaña ensangrentada por emblema, sino expresión de paz y reposo infinito.
Todas las miradas se concentran en el negro clavel de sus heridas, marchan atrás los soldados del Tercio legionario, lento y firme andar tras de su himno que es, sin duda, la marcha nupcial del legionario cuando quiere desposarse con la muerte. Avanzan con los rostros erguidos, alta la frente, dura la mirada, embriagados de banderas y de gloria. Ya entra la procesión por la calle de Larios y un escalofrío de emoción traspasa el alma, dulcemente mecido camina el Cristo ente banderas, guiones y estandartes, entre hombres rudos amigos del amor y de la muerte, entre un estruendo de tambores se escucha la romántica canción del legionario y entre músicas, plegarias y silencios, parece como si la muerte, por el borde de Dios fuera cantando.»



Iñigo Susaeta Cordoba
http://binaburo.blogspot.com/

(1) El Camino Español, es un buque tipo Ro-Ro - portacontenedoes, que fue construido en los astilleros de Río de Janeiro CCN Maua Shipyard, Niteroi, con el nombre de Araguary botado el día 15 de octubre de 1984, fue renombrado en como Mercantil Mage y en 1995 como Cyndia. En 1998, fue adquirido por el ejército de tierra por mediación de la Empresa Nacional Bazán para dar servicio a sus unidades, el buque fue transformado en las instalaciones de Bazán (hoy Navantia en Cartagena), afectando sobre todo a la propulsión, habitabilidad, con la previsión de alojamiento para 40 conductores, y al aumento del espacio de carga al añadírsele una cubierta intermedia para vehículos ligeros. Fue entregado el 21 de septiembre de 1999, Causó alta en la Armada el 15 de febrero de 2000, al pasar el control de los dos buques del Ejército a la Armada, Martín Posadillo (ET-02) y El Camino Español (ET-03), renumerados como A-04 y A-05 respectivamente, momento en el que quedó incluido en la Lista Oficial de Buques de la Armada, su tripulación pertenece a la Armada, aunque el buque está adscrito al Ejército de Tierra, encuadrado en la AALog 24. Su puerto base es Cartagena, y está integrado en la fuerza de acción marítima. Habitualmente, presta servicio en la zona de litoral del mediterráneo, transportando material entre la Península, y las ciudades autónomas de Ceuta, Melilla, aunque ocasionalmente, da apoyo a las unidades desplegadas en Bosnia, Kosovo y Beirut.[1]





Chuck Romerales

     Recuerdo al Sr. Legionario que España es un estado aconfesional y que la presencia de las Fuerzas Armadas en actos religiosos de cualquier fé está de mas.
Me subí a la rejaaaa

Legionario

Hoy concluyen en todas las Hermandades Legionarias de España los actos conmemorativos del XC Aniversario de la fundación de La Legión




La Legión conmemora los noventa años de su creación 




XC ANIVERSARIO FUNDACION DE LA LEGION ESPAÑOLA. (Salida Cristo de la Buena Muerte.)


DESPRECIO POLITICO A 90 AÑOS DE HISTORIA

CARTA A LA LEGIÓN EN SUS 90 AÑOS DE SERVICIO‏.  EL CENTINELA

El pasado 20 de Septiembre se celebró el XC Aniversario de la fundación de La Legión
española. Sobran las palabras ante el deber cumplido. 90 años cumpliendo su deber
y obedeciendo hasta morir. Éste es su espirítu.-

En el mes de Marzo de 1926 un alumno de la Academia de Infantería , Marcial Sánchez-
Barcaiztegui Gil de Sola, solicitó su ingreso en La Legión; el Coronel fundador, José
Millán-Astray le escribió esta carta:

"Ceuta, 18 de marzo de 1926.

Señor Caballero Alumno de la Academia de Infantería Don Marcial
Sánchez Barcaiztegui Gil de Sola
Caballero Alumno:

Acaban de entregarme la carta que me envías solicitando ingreso en la gloriosa Legión, para cuando salgas de oficial, e invocando como título para ello; tu noble apellido, la sangre que corre por tus venas y tus entusiasmos militares; no es pequeño el ofrecimiento; tu apellido es símbolo de españolismo probado por guerreros que lo llevaron e hicieron ilustre; tu sangre es garantía de que cuando llegue el momento hervirá con todo el ardor necesario para derramarla gozoso; tus entusiasmos serán resortes preciosos para sufrir contento las penalidades de la vida de campaña y para encontrar en el tropiezo con las balas la satisfacción que borra los dolores físicos; pero para que vengas a la Legión son aún necesarias más condiciones, y esas condiciones las proporcionarán con la esplendidez ya legendaria en los infantes españoles, ahí, en esa santa casa, donde recibimos las bases fundamentales de nuestro espíritu militar.
Habrás de rendir culto al HONOR, culto que te obligará a que tu conducta en todos los órdenes, militares y civiles, sea pura e inmaculada, depurada en sus conceptos, siempre inclinada al bien, evitando siempre los falsos pasos, las conductas dudosas y las compañías perniciosas.

Culto al VALOR, que te sobrepongas a las flaquezas humanas y al instinto de conservación, para ofrendar con gusto tu vida y mirar a la muerte cara a cara; pero este valor ha de ser sereno, tranquilo, ecuánime, Sin exaltaciones, ni depresiones, sin desprecio al enemigo si fuera poco, sin temerle cuando sea mucho, y sin que este valor sirva para emplearlo en las discusiones con los compañeros ni en las peleas con los paisanos.
Culto a la CORTESIA, para que tus actos se rijan siempre por la exquisitez de los caballeros Españoles; dulce en el trato, afable con todos, respetuoso para con los superiores, galante con las damas, singularmente amante y entusiasta del soldado, al que has de cuidar constantemente, vigilándole, encauzándole y atendiéndole con fraternal cariño cuando se encuentre enfermo o herido, o cuando su espíritu decaiga por tristezas o recuerdos de su vida ciudadana.
Culto AL REY, como Jefe Supremo del Ejército, como encarnación de la institución que rige a España, con reverencia, admiración y adhesión hasta la muerte a Alfonso XIII de Borbón, modelo de soldados y caballeros, cuya alma entusiasta ha probado repetidas veces ante la
metralla su valor de soldado, y cuyos entusiasmos y cuyos alientos para sus vasallos le hacen que reúna todas las condiciones que necesita el Rey y el caudillo.
Y, como final, culto a la PATRIA, altar en donde has de ofrendar cuanto seas, cuanto poseas, cuanto puedas valer, y como compendio y suma de los ofrecimientos, entregar en ese santo altar tu vida, con la seguridad también de que si mueres por ella, serás amorosamente recogido por los brazos de Dios, y pasaras a la INMORTALIDAD, como todos aquellos soldados que hacen grande a su Patria con la ofrenda generosa de sus vidas.
Dichos los fundamentos, quedan solo los detalles, que también son convenientes para que tu vida militar se desarrolle dentro de la sana alegría que debe presidir los actos de la vida de los que son felices:
OPTIMISlMO, que te lleve a pensar siempre bien, que disipe las tinieblas de tu espíritu en los momentos de angustia o de duda, que te haga olvidar las fatigas, que evite el que te fijes en la cantidad del alimento cuando este sea escaso, o en la dureza del lecho cuando éste
sea sólo la madre tierra, que te haga mirar con serenidad y sin horror las tragedias de la guerra, que en los momentos de abatimiento haga surgir la copla o el chiste oportuno, y que cuando los hombres te miren a los ojos, porque las circunstancias no sean favorables, encuentren en el brillo de los tuyos una esperanza fundada de que tu alma está bien templada, y siempre piensas en la victoria; exagerada corrección en el MANEJO DE LOS CAUDALES que te confíen como administrador de tus soldados; interés exagerado por la ALIMENTACION DE TU TROPA; igual interés por su HIGIENE; y como compendio, el cuidado constante de su Espíritu y de su MORAL, para mantenerlos a ellos también siempre contentos, gozosos y afanosos de ser empleados en las ocasiones de peligro, para emular las hazañas de los antiguos infantes, para dar esplendor a la INFANTERÍA de ahora y para ceñir nuevos laureles a la bandera de su Cuerpo.
Si a todo eso estás dispuesto, si haces así profesión y fe de cumplirlo, si a ello unes el juramento sagrado de ser fiel y leal a tus compañeros, entendiendo por espíritu de compañerismo el de ayuda, el de sostén, el de amparo, el de buen consejo, el de favor, el de disimulo de sus faltas, el de encauzar a los descarriados, el deayudarles con tus medios económicos, el de inyectarles tu elevada moral cuando la suya decaiga, y sin que nunca traduzcas el espíritu de compañerismo en la reunión de varios para castigar a uno que delinquió -aún siendo obligación que impone la salvaguardia del honor militar, y que todos debemos estar dispuestos a cumplirla, pero ocultando serenamente las lágrimas de nuestros ojos y los dolores de nuestro corazón-, porque esa manifestación jamás será de compañerismo, sino de sacrificio para mantener incólume el esplendor del honor militar. Piensa en lo que escribo, cultiva tu espíritu leyendo las obras del arte militar y estudiando con fe y ahínco los reglamentos que has de manejar para conducir tus soldados a la victoria, cuida de tu cuerpo para que esté fuerte y vigoroso, y no dejes de pensar en que el cumplimiento exacto de tus deberes religiosos es también necesario para mantener la conciencia tranquila y el alma libre de pecado."


Millán Astray




Ésta era y es La Legión y por eso, alistados o no, son Legión muchos españoles y extranjeros
desde hace 90 años. Éste es su espirítu, su razón de ser y su grandeza, que ha traspasado sus filas
para asentarse en el corazón de muchos españoles que se sienten tan legionarios como los que
están en formación. Se insiste últimamente mucho en que " hay que coseguir una Legión moderna,
actual y opertiva" y no sabemos muy bien si lo que quieren decir se refiere a su espirítu, a su historia
, a sus tradiciones, a sus símbolos. Olvidan que el que viste el uniforme Legionario no puede escapar
de las austeras reglas de ésta Hermandad Militar, guerrera y heroica.-

Éste espirítu, ésta forma de ser, parece que no le gusta a la sra ministra de Defensa, a la que se
esperaba con cordialidad y el afecto legionario. Allí todos son bien recibidos, y más si se trata
de un ministro del Reino de España. A pesar de retirar la figura de su fundador, a pesar de trtar
de alejarlos de su Cristo de la Buena Muerte, a pesar de patillas y chapiri.........., a pesar de todos
los pesares, en La Legión todos caben y están todas las ciencias y todas las artes.-

En el corazón Legionario, en el de los soldados de España, no hay rencor ni dogmatismo, ni histórico
ni presente; lo saben quienes han sentido su protección en España o fuera de ella. Otra vez será.....
¿ En Bosnia, en Albania, en Kosovo, en Macedonia, en Irak, en la RD del Congo, en Afganistán,
en Libano......?. La esperamos aunque tengan que pasar otros 90 años entregando la vida por España.-

En La Legión no se conoce la tristeza ni el desaliento, pero alguna incertidumbre sobrevuela sus filas.
Felicidades, que 90 años de entrega y sacrificio no es nada. Por España

VIVA ESPAÑA !!!
VIVA LA LEGIÓN HASTA LA MUERTE !!!!


XC ANIVERSARIO FUNDACION LEGION ESPAÑOLA. (Novio de la Muerte y Oracion)



Chuck Romerales

     Vuelvo a repetir que José Millán Astray y Terreros era un psicópata temerario y a la vez profundamente cobarde, resentido y amargado por tener un padre funcionario corrupto, que puso en vergüenza a muchos de sus colaboradores (incluyendo morbosas escenas homoeróticas) hasta el punto de que en Salamanca durante la guerra (era jefe de prensa de los sublevados) mucha gente se cruzaba de acera al verle pasar por la calle para evitar tener que soportarle, que creía que podía hacer lo que le diese la gana (incluido ser muchos años amnte de la artista Celia Gámez), que tuvo una esposa (Elvirita) que le confesó su promesa de permanecer virgen de por vida en la noche de bodas, que instruyó una disciplina draconiana en el Tercio (con ese nombre fué undado, lo de 'Legión' lo impusieron los ganadores de la guerra civil) que incluía fusilamientos por delitos leves estilo robar una cartera, que era borracho y drogadiscto (se ponía ciego a fumar grifa, costumbre que arraigó en el cuerpo que fundó), etc, etc...
Me subí a la rejaaaa

mookie

Lichis con algo que va muy a cuento


La Cabra Mecánica - Drip Pop

o no, depende de cada cual