[DMSR]

 Â  Espero no haber matado a nadie con este titular, homenaje al desaparecido CQC y su "Curso de Ética Periodística". Lo que quiero compartir hoy aquí es un antiguo artículo aparecido en un almanaque de la Editorial Salvat titulado "Libro del año 1985". Resumiendo el año musical, el periodista Albert Mallofre Mila habla del éxito del videoclip, de la pelea entre la industria discográfica y las televisiones (por el éxito del videoclip), de Jackson, Bowie, McCartney, del We Are The World... y, de repente, se explaya con Prince. Atención, porque todo es discutible, pero no tiene desperdicio:

 Â  [...]  Durante este año 1985 siguió gravitando sobre el ambiente general de la música popular de consumo la falta de ideas verdaderamente atractivas, innovadoras, que tuviesen un potencial dinámico suficiente para galvanizar el mercado y ejercer un notorio impulso sobre la eclosión de nuevas modas. En Norteamérica se desarrolló un serio intento a favor de Prince, un buen profesional con años de experiencia en la penumbra y que fue incardinado en la órbita estética de Michael Jackson. Una vez más, se impuso la conocida estrategia de los expertos en marketing discográfico: "Cuando el mercado pide garbanzos, hay que darle garbanzos, cuando guisantes, guisantes." Claro que con esta política no se hará nunca un descubrimiento realmente sensacional, y ahí están los resultados. En Prince se buscó una continuación de Michael Jackson y no se regatearon medios. Se elaboró un gran videoclip de largo metraje en la película Purple Rain, que tuvo un gran éxito inicial, pero se desvaneció rápidamente, lo mismo que el disco paralelo y el propio Prince, que apareció en el verano de 1985 protagonizando un álbum discográfico "elegante", con fondo de violines y melodías preciosas, que estaba muy bien pero daba del artista una imagen diferente y completamente incongruente con la que se le había querido dibujar con la tentativa de Purple Rain. En otras palabras, la operación había fracasado y la industria intentaba aprovechar el viaje para sacar rendimientos de Prince en otro campo y con otro aspecto... ¡Pobre Prince! Es el destino del artista que cae en manos de los fabricantes de éxitos pop, que premian la imagen antes que -y a menudo en vez de- el talento real. Hay un dicho en la profesión, a este respecto, y es "Demasiado bueno no es bueno" ("Too good is no good"), es decir, un artista demasiado bueno no interesa para trabajar con él en el campo de la música pop, porque no rinde en el aspecto que de él se pretende, y el hecho de que tenga un gran talento musical es un obstáculo mucho peor que si no tiene ningún talento en absoluto. [...]

 Â  Recomendando el titular "1985: Prince y la industria discográfica" nos despedimos hasta la siguiente entrega. Muchas gracias si has llegado a leer hasta aquí.

 Â                                   DMSR'2003.

[zizag]

Pensaba que hibas a contar lo del programa "Operacion Triunfo". Raramente lo suelo ver, pero la ultima vez que lo hize, casualidad que uno de los participantes salio cantando "Kiss" de Prince!   Desde luego, que tras tener que acostumbrarme a oirlo un poco los primeros tonos, el chico que canto, lo hizo bastante bien.

 

[Ezer Melchsedek]

Muy bueno el artículo DMSR, y ya se ve que desde 1985 había gente que se daba cuenta de que esto de la música iba por mal camino si eran las discográficas las que partían el bacalao, y es que, como en todo en la vida, los intermediarios son los que hacen que todo se ponga carísimo y que al final, si no se vende, no interese  :-/
Lamentablemente, Too good is no good... for the bussiness