[NoFace319]

Unas 9.000 personas, dispuestas en algo más de medio recinto, dieron su visto bueno a la reconversión comercial del astro mexicano, que tuvo que competir con la tupida oferta musical de la Mercè.

El Santana que vimos anoche, que se puso trascendente en más de una ocasión (pidió al mundo "elegancia, excelencia, integridad y belleza").

Acompañado en una decena de músicos, entre ellos los cantantes Tony Lindsay y Andy Vargas (los únicos que disputaron el protagonismo a Santana), el guitarrista desplegó su manual de los mil solos partiendo de las raíces: abrió con Jingo, su clásico de 1969. Un escenario con motivos indígenas, con una pantalla de vídeo que alternaba tomas del escenario y del público con imágenes que evocaban a África y la cultura india, enmarcó un concierto que se debatió entre la espiritualidad, la latinidad...

We got Latin soul, una canción defendida en su día por el desaparecido Mongo Santamaría, condujo a la cosecha reciente de Put your lights on y Aye aye aye. Las dos voces, muy compenetradas, agilizaron el show, que derivó hacia fragmentos instrumentales (Santana, evocando el Concierto de Aranjuez) y la popular María, María. El momento nostálgico se impuso con Samba pa ti, en la que el guitarrista introdujo fragmentos de El manisero y Brasil.

Chill out (sácalo) fue un inesperado préstamo del repertorio de Javier Vargas, y Sideways rompió la cadencia del show con un triste medio tiempo rockero protagonizado por el invitado Citizen Cope (parece que le habían dado una paliza, una manera muy desangelada de cantar).

Santana lo compensó con Corazón espinado, seguido de un largo parlamento con ribetes políticos. "Traigo un mensaje de Estados Unidos. Nosotros representamos la otra cara del país, no a Bush. Queremos paz con dignidad, sin violencia ni brutalidad", anunció, antes de ponerse más místico.

"Donde quiera que voy llevo conmigo, gracias a Dios, una bandera mexicana, porque soy mexicano --proclamó--. Pero en primer lugar todos somos un espíritu dimensional de luz. Regresaremos a la luz cuando nos muramos".
Luego puso la directa y emprendió la recta final: Yaleo (con un sólo de batería que evocaba a un shaman en trance), la multirradiada Smooth y sendos guiños a Peter Green (Black magic woman) y el malogrado Tito Puente (Oye cómo va) con gotitas de Sheila E (Love Bizzarre)

En los bises, el ritmo trotón de Boogie woman condujo hasta el estándar soul In the midnight hour. Y un mensaje final: "En México, en España, en la India, la mujer tiene que ser igual en todo". Ovación.

Notas Curiosas: Santana llevaba una bonita camiseta negra marca NIKE... y regaló 4 púas triagulares a 4 mulatitas que se encontraban en primera fila. El tracklisting fue literalmente "tradeado" por 2 guiris y el segurata, a saber que le ofrecerían a cambio...

[Mendres]

Me habria encantado ser tu anoche  
¿tocó Europa? es que esa es mi prefe

[NoFace319]

Pues no la tocó, se ha centrado más en el feeling más reciente...